miércoles, 25 de diciembre de 2019

Un Nazi croata quiere ser presidente de Bolivia , cristiano paramilitar,...

Luis Fernando Camacho, el líder del golpe en Bolivia es un multimillonario de extrema derecha que emergió de los movimientos fascistas de la región de Santa Cruz, donde los Estados Unidos han alentado el separatismo. Tenía apoyo de Colombia, Brasil y la oposición venezolana. Cuando Luis Fernando Camacho irrumpió en el palacio presidencial, abandonado luego de la repentina renuncia del presidente Evo Morales el 10 de noviembre, reveló al mundo un lado del país que estaba en crudo desacuerdo con el espíritu plurinacional que había avanzado el depuesto líder socialista e indígena. Con la Biblia en una mano y la bandera nacional en la otra, Camacho bajó su cabeza en oración sobre la efigie presidencial, cumpliendo la promesa de purgar la herencia nativa del gobierno y “devolver a Dios al Palacio Quemado”. “La Pachamama nunca volverá al Palacio”, declaró el pastor a su lado, refiriéndose al espíritu de la Madre Tierra andina. “Bolivia es de Cristo”. Ese día, la oposición boliviana de extrema derecha derrocó al presidente de izquierda Evo Morales, luego de que el mando militar del país le exigió renunciar. Virtualmente desconocido fuera de su país, donde nunca ha ganado una sola elección democrática, Camacho ocupó el vacío. Un poderoso multimillonario cuyo nombre aparece en los Panamá Papers, fundamentalista cristiano ultra conservador, preparado por una organización paramilitar fascista notoria por su violencia racista, radicados en la región separatista de Santa Cruz. Camacho también proviene de una famlia de las élites corporativas que había amasado su riqueza a partir de las cuantiosas reservas de gas boliviano. Y su familia perdió parte de esas riquezas cuando Morales nacionalizó los recursos de la nación, para poder financiar sus enormes programas sociales, que redujeron la pobreza un 42% y la pobreza extrema un 60%. Entre los eventos previos al golpe, Camacho se reunió con líderes de los gobiernos de derecha en la región para discutir sus planes de desestabilizar a Morales. Dos meses antes del putsch, tuiteó con gratitud: “Gracias Colombia! Gracias Venezuela!” exclamó, haciéndole un chapó a la operación golpista de Juan Guaidó. También reconoció al gobierno de extrema derecha de Jair Bolsonario, declarando “gracias, Brasil!”. Camacho dirigió por años una organización separatista abiertamente fascista. The Grayzone editó los siguientes clips tomados de la promoción de un documental sobre la histoeria del grupo, publicado en sus cuentas en redes sociales:

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