domingo, 15 de abril de 2012

historia de Iglesias habaneras,

Una escultura de 14 toneladas Importante también en la silueta de La Habana, aunque de menor relieve, es la imagen de bulto de la virgen del Carmen colocada en lo alto de la torre de la iglesia que lleva su nombre en la calzada de Infanta esquina a Neptuno. Una imagen en bronce esculpida en Italia, obra del artista napolitano Guido de Michel, que es una de las estatuas más grandes de La Habana; pesa 14 toneladas. En 1923 los padres carmelitas descalzos obtuvieron el disfrute de la parroquia del Carmen y edificaron ese lujoso templo. Una iglesia muy amplia y ornamentada, de un estilo exageradamente barroco, tal como nunca se conoció en nuestro siglo XVIII y que muestra claras influencias del barroco mexicano. Esa comunidad religiosa venía de la iglesia-convento de la calle Aguiar esquina a Obrapía. En este edificio, construido en 1693, radicó la iglesia y convento de la congregación de San Felipe de Neri hasta que en 1784 lo ocuparon los padres capuchinos. En 1841, el Estado español expropió todas las iglesias con convento y la misma suerte corrió, por supuesto, San Felipe. En 1844 funcionó allí la Sociedad Económica de Amigos del País. En 1887 es entregado a los frailes carmelitas descalzos, quienes hermosearon el templo y permanecieron en el inmueble hasta su traslado a la parroquia de Infanta. El viejo templo de San Felipe de Neri se convirtió entonces en la sede principal del Banco del Comercio, para lo cual se le hicieron en su interior modificaciones indispensables. Ya en la Revolución siguió siendo agencia bancaria hasta que se instaló allí la Empresa Cubana de Acuñaciones. Con el tiempo se transformaría en una sala de concierto, el Oratorio de San Felipe de Neri.
La más antigua Se dice que la primera iglesia que existió en La Habana era un bohío que algunos sitúan en el espacio que ocupó luego el Palacio del Segundo Cabo. En 1550, destruido ese bohío, se inició la construcción de una iglesia de cal y canto. En julio de 1555 el corsario francés Jacques de Sores se apoderó de La Habana. Prendió fuego a la primitiva villa y el incendio destruyó la iglesia: solo quedaron en pie las paredes. De Sores ultrajó las imágenes de los santos y las vestiduras sacerdotales. Robó cuanto en ella había y llegó hasta a desnudar una imagen de bulto de la virgen María. Hacia 1560 La Habana estaba aún sin iglesia, que quedaría terminada en 1574. Se hallaba esta iglesia en el lugar que posteriormente ocupó el Palacio de los Capitanes Generales. Existían dentro del templo sepulturas que se vendían. Sus propietarios tenían derecho a sentarse sobre ellas durante los oficios religiosos. El obispo Castillo, sin embargo, se opuso a que las mujeres usasen como asientos los sepulcros, aun siendo sus propietarias, porque debían reservarse para «personas ilustres que han tenido oficios preeminentes». Estaba dedicada la iglesia a San Cristóbal, patrón de la ciudad, y desde que se establecieron las parroquias del Espíritu Santo, Cristo del Buen Viaje y Santo Ángel, tomó el nombre de Parroquial Mayor. El 30 de junio de 1741 un rayo cayó sobre el navío Invencible, anclado en el puerto de La Habana. La explosión hizo que se resquebrajaran muchos edificios de la ciudad, y la Parroquial Mayor quedó en estado de ruina. En 1772 una Real Cédula aprobó la instalación de la Parroquial en la iglesia del colegio de la Compañía de Jesús y la demolición de las ruinas para construir allí la Casa de Gobierno. Provisionalmente se estableció el culto en el oratorio de San Felipe de Neri, convertido transitoriamente en Parroquial hasta que, el 9 de diciembre de 1777, se realizó el traslado de la Parroquial Mayor desde el oratorio hasta la mencionada iglesia de los jesuitas, transformada más tarde en Santa Iglesia Catedral, en el mismo sitio que ocupa en la plaza que lleva su nombre. La iglesia Jesús de Miramar, en la Quinta Avenida habanera, es, con relación al área que ocupa, el mayor templo de Cuba, pero la Catedral de Santiago la supera en cuanto a capacidad para los fieles. Sin embargo, la más alta construcción religiosa cubana es la parroquia del Sagrado Corazón, la comúnmente llamada iglesia de Reina. Solo su torre tiene una altura de 50 metros y es de 74 metros el alto total del templo. Se trata, aseguran especialistas, de una edificación «importante en la silueta de La Habana». colaboracion de Ciro Bianchi Ross

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

te invitamos a comentar o sugerir cualquier tema gracia por valorarnos